martes, 27 de octubre de 2015

Internet de las Cosas en Fabricación


El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés de Internet of Things) es un concepto reciente utilizado para referirse a la interconexión de “cosas” entre ellas y con los usuarios mediante Internet. Es por ello que multitud de gente ya lo utiliza en sus hogares para controlar la calefacción, las plantas, las persianas…  Cada día más dispositivos y objetos cotidianos tienen su propia IP para acceder a la gran red.

Desde móviles, ropa o robots. Cualquier cosa puede tener su puerta a Internet

Sin embargo, no se queda en la simple anécdota o la moda pasajera del fenómeno Maker. Y es que los fabricantes tienen la vista puesta en esta tecnología para mejorar la eficiencia, reducir gastos y aumentar sus beneficios. Por ejemplo, General Electrics prevé un incremento en las ganancias de unos 19 trillones de dólares en la próxima década. El vicepresidente de Bosch, Stefan Ferber (a través de su Twitter), nos describe el impacto del IoT en la fabricación como “la nueva forma de organizar la producción industrial: mediante la conexión de máquinas, sistemas informáticos y productos podemos crear sistemas de producción inteligentes que básicamente se controlen entre ellos sin necesidad de intervención  manual”. Aunque no se tiene que limitar a la planta, sino que permite la inclusión de todos los factores internos y externos, como otros departamentos o los clientes.


¿Cuáles son los beneficios de implementar IoT en la fabricación? Los más evidentes e inmediatos son los que se derivan de la digitalización de los procesos, que según la American Society for Quality son:

  • Un incremento del 82% en la eficiencia
  • Un incremento del 45% en los clientes satisfechos
  • Una reducción del 49% en los defectos

Hay muchas maneras en las que el IoT ayuda a optimizar la fabricación: el control de inventario, la gestión de la cadena de suministro o energética, por ejemplo. Teniendo en cuenta que 2/3 del consumo energético de un país industrial se debe a la fabricación, un sistema inteligente que regule este apartado supondrá un gran beneficio para cualquier empresa competitiva.


Y aunque pueda sonar a ciencia ficción, una planta inteligente que se controle así misma dándole “vida y voz” a sus componentes nos sonará tan extraño como a cualquier persona previa a la revolución industrial le podría sonar la idea de la línea de montaje, la realidad nos muestra que esto es cada vez más cercano. De hecho, Microsoft, con su nuevo Sistema Operativo Windows 10, se prepara para el futuro, en el cual estima unos beneficios de 300 trillones en el mundo a través del IoT. La siguiente imagen de Microsoft nos enseña la fabricación del futuro mediante esta tecnología:

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